viernes, 12 de agosto de 2011

Cuáles son las causas por las que nos cuesta tanto entrenar en invierno?



-Por Michel Uteau Berríos (*)-
Para intentar entender las causas del por qué cuesta hacer deporte durante el invierno partiremos de la base que se deben a múltiples factores, los que hacen que sea un fenómeno complejo, pero a la vez permite una compresión más rica y profunda de lo que realmente ocurre.
En primer lugar vamos a analizar estas causas una por una para hacer un adecuado ensamblaje entre ellas, entendiéndolo como un fenómeno biopsicosocial, para posteriormente llegar a posibles soluciones y animarse a hacer deporte, desarrollándonos como personas sanas e íntegras.
Hacer deporte durante el invierno es difícil debido a la combinación de tres causas principales:
  • Biológicas
  • Psicológicas
  • Sociales
Causas Biológicas: Cuando el invierno se acerca, las horas de luz empiezan a disminuir junto con la temperatura. Todo esto empieza a provocar cambios en el funcionamiento de nuestro cuerpo afectando nuestros biorritmos en especial el ritmo circadiano, conocido también como ritmo diario o ritmo de 24 horas. Al haber más oscuridad, se produce una hormona llamada melatonina la cual es inductora del sueño, que activará el Sistema Parasimpático llevando órdenes por medio del neurotransmisor acetilcolina, haciendo que la persona disminuya su actividad, le de más sueño, se relaje muscularmente y disminuyendo su latido cardiaco.
Por el contrario, si hay más luz (como en la primavera y verano), la melatonina disminuye, por lo que el sistema simpático actuará por medio de neurotransmisores como la dopamina, noradrenalina y adrenalina, las cuales son responsables de activar nuestro cuerpo tanto en lo físico como en lo mental, para que la persona emprenda cualquier actividad que se disponga a hacer.
Causas Psicológicas: Como en el invierno hay menor cantidad de luz, los neurotransmisores mediadores del Sistema Parasimpático hacen que las personas se sientan con más sueño y se relajen muscularmente. Esto a la vez afecta el estado de ánimo, disminuyendo las ganas de hacer deporte y actividad física, afectando la motivación.
Al haber poca motivación se va produciendo un círculo vicioso, porque al tener pocas ganas, en conjunto con el frío del medio ambiente, preferimos estar en lugares cerrados donde exista una mayor temperatura. Y a su vez, al no va a estar en contacto con la luz del día sino más bien con una iluminación artificial que es biológicamente insuficiente y en conjunto con colores serios como el blanco, el gris, el beige que generalmente están en el interior de las casas, tendremos poca iniciativa para salir del encierro, prefiriendo quedarnos acostados, seguir sentados frente a un escritorio, viendo televisión, estar conectado a Internet, etc., es decir optando por el sedentarismo.
Causas Sociales: El exceso de trabajo, de estudio y la gran demanda energética que conllevan estas actividades, hace que nuestra sociedad tenga poco interés por hacer ejercicio y deporte. Los adultos, jóvenes y niños están expuestos a tal demanda de trabajo y estudio, que no tienen ganas de hacer nada una vez que se desocuparon de sus trabajos y actividades académicas de la universidad o del colegio. A esto hay que sumarle que están en una sala con luz artificial, que es muy inferior a la luz del día, la cual afecta negativamente la motivación para hacer deporte.
Obviamente a partir de esto, se va adquiriendo el hábito por estar en lugares encerrados y por el trasnoche, ya que al estar expuestos en lugares que tienen poca luz diurna, producto del excesivo trabajo y el trasnoche que conlleva el estudio universitario, el cuerpo va a secretar la hormona melatonina haciendo que el sistema parasimpático tenga un mayor funcionamiento. Esto lleva a que la persona no esté con ánimo para llevar una vida más activa por medio del deporte y la actividad física.
Cuando el modelo de la sociedad tiene poca preferencia por hacer deporte, se empiezan a incorporar hábitos que llevan al sedentarismo, donde tendremos actitudes con tendencia depresiva, donde hay preferencia por ver la vida de manera negativa. Por el contrario, si la sociedad le da la misma importancia al deporte y a la actividad física como se le da al trabajo y estudio, se adquieren hábitos viables para tener una vida más sana, tanto física como psíquica, logrando una visión positiva de la vida.
También cuando hay un marcado interés por hacer deporte, las personas tienen la necesidad de sentirse físicamente activas, lo cual hace que dejen el sedentarismo y se muevan teniendo un mayor contacto con la luz diurna. Esto también genera un círculo vicioso, pero en sentido contrario a lo visto anteriormente, y favorecerá a que exista un funcionamiento equilibrado entre el Sistema Simpático y Parasimpático, lo que disminuye que se llegue a tener un Trastorno Afectivo Estacional (TAE) como la depresión y crisis de ansiedad.
Al incorporar hábitos para hacer deporte y actividad física nos convertimos en seres más disciplinados, con mentalidad ganadora, más dedicados, perseverantes, con objetivos en la vida, automotivados y con una autoestima capaz de ayudarnos a vencer adversidades. En cuanto al funcionamiento corporal, se mejora el sistema inmunológico lo que hace que se enferme menos, hay una mayor circulación de la sangre, mejorando las capacidades cardiovasculares, mejora la coordinación y permite que exista un buen funcionamiento del Sistema Nervioso Autónomo o Vegetativo, ya que es ahí donde fisiológicamente se va a determinar que seamos más activos.
Por lo tanto se puede concluir que hay que hacer deporte y actividad física. El hecho de estar en contacto con la luz diurna facilitará que seamos personas más activas, y tengamos una postura optimista ante la vida.
Para que se desarrolle la necesidad de hacer deporte y actividad deportiva, lo más recomendable esponerse una meta, ya que permitirá que la persona practique algún deporte de manera constante, a pesar que las condiciones climáticas sean adversas como es el caso del invierno.
Lograr plantearse una meta que cautive al deportista es la diferencia con aquellos que practican deporte pero no son perseverantes. Porque el practicar un deporte con un fin determinado o con una meta que anhelamos con el alma, nos llevará a desarrollar una disciplina, hábitos y con ello más claridad en las ideas de lo que queremos alcanzar.

(*) Michel Uteau Berríos
Psicólogo Deportivo &
Coach Running-Triatlón Fullrunners S.A.
Contacto: muteau@vtr.net

Fuente:Atletas.info

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