Cuando se trata de huesos, las fracturas representan la lesión típica en la práctica deportiva, por lo que es común escuchar: iba corriendo durísimo, me tropecé, caí y terminé con un yeso.
Sin embargo, cada vez más aumenta el número de personas que se fractura sin haber sufrido un impacto externo contra su cuerpo, ¿te imaginas cómo se fracturaron? Con el estrés de la actividad deportiva. Desde ahora deja de pensar en el estrés como un síntoma psicológico y conoce este tipo de fractura.
Las fracturas por estrés son el resultado de dos grandes factores: los microtraumas repetitivos que contiene la actividad deportiva y los errores de entrenamiento.
Pero, ¿cómo se producen? La función de los huesos es soportar peso, en consecuencia, las fuerzas repetitivas transmitidas a través de los huesos producen una pequeña fractura que incapacita al deportista para realizar su actividad, apareciendo el primer síntoma: el dolor.
En esta lesión, aguantar el dolor puede tener un saldo fatal: inmovilización del segmento fracturado y reposo absoluto de la actividad deportiva. Evitar una fractura por estrés es sencillo: mejora tu flexibilidad, fuerza y estabilidad articular para tu deporte y lo más importante: hazle caso al dolor… es una señal de visita al especialista.
Ahora que estás informado, mantente activo ¡Fija tu meta, celebra tus progresos y vive el bienestar del movimiento!
Autor: Maira Prado
1 comentario:
Es verdad!!! Recuperandome de una fascitis plantar (mas de 6 meses de evolucion), empiezo entrenamiento de carrera nuevamente y a los dos meses: Fractura del seg. metatarsiano del mismo pie. Es evidente que comencé de nuevo con mala tecnica (por miedo a pisar con talón, recargue mas el metatarso) y fundamentalmente, me habia acostumbrado a correr con dolor!!!.
Parece mentira, pero a los 46 años todavia se aprenden muchas cosas!!!
Patricia
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