La creatina es un compuesto sintetizado en nuestro cuerpo, a partir de los aminoácidos glicina, arginina y metionina, en el hígado y páncreas y la podemos ingerir en la dieta a partir de fuentes animales, tales como: carne de todos los mamíferos, aves, anfibios, peces y en el cerebro, sangre y otras partes del organismo de éstos. En un hombre promedio de 70 Kg se encuentra una reserva de 120gr y la excreción urinaria está alrededor de 2g/d. El 65% de su almacenamiento se da en el músculo esquelético en forma fosfocreatina y principalmente en las fibras tipo II o rápidas.
En condiciones fisiológicas su principal utilización es como sustrato energético en la contracción muscular al inicio del ejercicio y sobre todo en aquellas actividades de corta duración y muy alta intensidad o con series repetidas. Está bien documentado que luego de este tipo de ejercicios, (intensos menores de 10 segundos), la reserva de glucógeno se mantiene alta y la suplementación con carbohidratos orales no mejora el rendimiento, por lo que la energía viene exclusivamente de las reservas de ATP (trifosfato de adenosina) y fosfocreatina muscular. Este sistema energético se llama anaeróbico a láctico
Efectos de la suplementación de creatina en las carreras
A pesar de observar que muchos corredores incorporan la creatina en sus entrenamientos o realizan las famosas cargas de creatina (20gr/d por 6d y dosis de mantenimiento de 2g/d por >28d) en periodos pre-competencias, quiero comentarles cuándo realmente es útil y cuándo no sirve para nada
La suplementación con creatina es realmente útil en individuos con posible deficiencia de creatina (básicamente vegetarianos estrictos que no consuman ningún tipo de proteínas proveniente de mamíferos o peces) o en aquellos con niveles bajos de creatina intramuscular (sólo se puede conocer por biopsia), que realizan ejercicios de corta duración (menor de 10 seg.) y de muy alta intensidad (mayor 90-100% FCM) o en individuos que realicen muchas series repetidas de alta intensidad y de corta duración (carreras de 100 y 200 M, fútbol, series de velocidad; basquetbol, levantamiento de pesas).
Hay un límite en la concentración de creatina muscular, que depende de la cantidad de masa muscular y de la ingesta de proteína animal; luego de alcanzar este límite, el resto se excreta en la orina.
Se ha demostrado contundentemente que en las carreras mayores de 1 minuto; es decir todas las que hacemos, no existe ningún efecto positivo.
Se ha dicho también que la creatina aumenta la masa muscular y eso tampoco es cierto. Lo que sucede es que la creatina se acumula en el músculo con agua y al aumentar la creatina intramuscular también aumenta el agua dentro del músculo; por lo tanto, ese aumento de 2Kg que se consigue luego de una carga es pura y exclusiva agüita que se pierde inmediatamente después de dejar la creatina.
Hasta ahora no se han reportado efectos secundarios de su utilización, a pesar que en algunos estudios se refieren síntomas gastrointestinales como diarrea.
En conclusión, para los corredores de calle y maratonistas en lugar de gastar el dinero en creatina, utilícenlo para pagar un mes de gimnasio y fortalezcan su masa muscular donde entrará más creatina en la medida que ingieran cantidades adecuadas de proteína animal.
Autor: Sandra Suarez Lic. en Nutrición y Dietética (UCV 1993)
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